martes, 16 de junio de 2009

Política y merienda de negros




El PP (Mieres) permite al PSOE aprobar los presupuestos al no asistir al Pleno tres de sus siete ediles.

El equipo popular de José Coto «obedeció» a la dirección regional del partido y se opuso al proyecto, pero otorgó la mayoría al gobierno local.

El Alcalde impuso su voto de calidad y evitó una moción de confianza para tramitar las cuentas, que habían sido pactadas con el PP.

El Gobierno socialista de Mieres aprobó ayer el presupuesto municipal de este año gracias a la ausencia, en la votación, de casi la mitad de los componentes del grupo del PP. Los ediles conservadores, que participaron en la elaboración del documento, cumplieron con la orden dictada por su dirección regional y votaron en contra de las cuentas, pero dejaron abierta, de par en par, una puerta de salida al PSOE, que vio corregida su minoría numérica en la Corporación al no asistir al Pleno tres concejales populares.

De esta forma, el alcalde, Luis María García, pudo ejercer un voto de calidad para superar el escollo, evitando tener que someterse a una moción de confianza, el «plan B» que manejaban los socialistas.Para analizar lo sucedido ayer en el Pleno mierense hay que remontarse a anteriores ejercicios. El grupo municipal del PP ha venido a lo largo de este mandato municipal apoyando al PSOE, votando a favor o absteniéndose en los temas de mayor calado.

Así, el presupuesto aprobado ayer fue pactado, algo que se ha reconocido incluso públicamente, tras una larga negociación entre los representantes locales de los dos grandes partidos. Pero hace unas pocas semanas, con todo cerrado, entró en juego la dirección regional del PP, advirtiendo que expulsaría del partido a los concejales mierenses si respaldaban las cuentas. Pues bien, el equipo que lidera José Coto cumplió, pero los populares se presentaron en el Pleno casi en cuadro.

De los siete ediles electos comenzaron la reunión cinco. Faltaron desde el principio Belén Asenjo y Ana María Cidón, esta última con sueldo del Ayuntamiento. Con esta asistencia y sumando los cinco concejales de IU -que ya habían anunciado que también votarían en contra-, al PSOE, con nueve representantes, aún no le salían las cuentas. A los pocos minutos del inicio de la sesión plenaria, el popular José Juan García, abogado de profesión, se excusó y dejó el Consistorio alegando que tenía que acudir a un juicio.

En ese momento la mayoría opositora se diluyó, el alcalde impuso su voto de calidad y los presupuestos se tramitaron sin problemas. Nadie en el Ayuntamiento recordaba ayer un Pleno anterior en que se hubieran ausentado tres ediles del PP, y mucho menos en un debate de la trascendencia del presupuestario.

Al termino del Pleno José Coto se dirigió a los medios de comunicación con total normalidad: «Nuestra dirección regional nos fijó unas directrices y las hemos cumplido desde nuestro sentido de la responsabilidad».
Por su parte, el concejal de Hacienda, Rafael Perdiguer, el gran beneficiado políticamente, junto al Alcalde, de este embrollo evitó hacer valoraciones sobre lo sucedido en el Pleno. Cuando se le preguntó si en algún momento se había puesto nervioso ante la posibilidad de que las cuentas fueran rechazadas, contestó un escueto «no, estaba muy tranquilo».

El edil apuntó que para su grupo municipal «lo importante es que hemos logrado tramitar unos presupuestos que, si bien no son perfectos, son los mejores dentro de lo posible». El coordinador de IU, Luis Álvarez Payo, aseguró que Mieres está asistiendo a un «esperpento político» fruto de «una negociación semiclandestina y submarina entre PSOE y PP». Lamentó «el contexto de incertidumbre» que estamos sufriendo y reivindicó el papel de su coalición como «única fuerza real de oposición».
(LNE)


Una auténtica merienda de negros, permítasenos la expresión y la licencia de traer aquí la situación vivida en otro concejo. Esto ya sucedió en Riosa con un concejal del PP, también en Langreo pero en esta ocasión con concejales de IU y ahora en Mieres. Sin duda alguna la política necesita una importante regeneración en los hábitos y en las formas. En Laviana la cuestión de la oposición en el caso del PP brilla por su acusencia y como se dice por aquí "éstos están más pa ya que pa ca", en referencia a su cercanía al PSOE y a su "dependencia" de quienes en el concejo controlan el cotarro. Lo dicho una merienda de negros.

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