Cuando preguntas a la gente por las elecciones casi nadie está contento con los partidos y en muchas ocasiones con los candidatos. Casi todo el mundo opta entre lo malo y lo peor, o vota a uno para que no salga elegido el otro.
Triste democracia la que nos están haciendo sufrir vivir. Salvo raras excepciones, no tenemos buenos políticos que realmente se la jueguen por el bien común, por los ciudadanos, por las personas que aquí vivimos. Todo son intereses bastardos, favores y a poder ser pequeñas o grandes corruptelas varias.
¿Es que no existen políticos coherentes? Y si existen, ¿por qué no les votamos?
A quienes nos preocupa el campo de la "sociopolítica", entendida como la gestión del bien común, y en ello creemos, consideramos que el problema es que hace años que este concepto fue desterrado de los areópagos (asamblea de personas con autoridad y competencia) de nuestro país.
Cuanto más se escucha a los politicastros que sufrimos, más cuenta nos damos de que quienes idearon el sistema lo hicieron de tal forma que se pudieran perpetuar "per sécula" en sus cómodos sillones oficiales y a los que no lo son tanto.
Ni votar en blanco se permite (y que valga para algo, claro). Cada vez que se escucha a un político decir “vótame” es para pensar “¡vaya si te botaría!".
Y mientras tanto por más que movamos la cabeza de izquierda a derecha una y otra vez…, más de los mismo, por supuesto en el plano local... que es el que nos afecta, ¿o no?.
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