viernes, 14 de agosto de 2009

Las multas para todos, sin excepciones



La nueva ordenanza municipal de tráfico de Laviana endurece las multas y su importe se incrementa un 100 por ciento. De esta forma, si hasta julio los conductores sancionados debían pagar 45 euros por aparcar de forma incorrecta, a partir de ahora la multa será de 90 euros.
El objetivo de la medida, según el equipo de Gobierno, es lograr «que se respeten las normas de tráfico», especialmente aquellas que tienen que ver con el estacionamiento, porque «en el casco urbano de Pola de Laviana existe un verdadero problema con los vehículos mal aparcados».
El alcalde de Laviana, Adrián Barbón, explicó que las sanciones que se aplicaban hasta ahora en el concejo «estaban desfasadas», ya que eran un 50 por ciento inferiores a las establecidas en el Reglamento General de Tráfico. De esta forma, ahora, con la nueva ordenanza, «las multas son las que establece el código». Es decir, las sanciones leves van de los 60 a los 149 euros, las graves de 150 a 449 euros y las muy graves, de 450 euros en adelante.
Uno de los objetivos de la medida es «disuadir» a los conductores de «dejar mal aparcados sus coches en el centro urbano». Según el alcalde de Laviana, «se trata de un problema que los vecinos han denunciado muchas veces».
Junto al endurecimiento de las multas, la Policía Local intensificará su vigilancia para sancionar a los infractores. El regidor lavianés apuntó además que la medida cuenta con el beneplácito de todos los grupos políticos del concejo y con el de la Policía Local.(LNE)

El titular del post que recoje la noticia publicada por LNE, lo dice claro "para todos y sin excepciones" y así debe de ser, quien no respete las normas debe ser sancionado, pero deben evitarse algunas muestras palpables de lo que no debe de suceder en Laviana y para las que los ciudadanos reclamamos más aún si cabe, el peso de la ley ante el mal ejemplo que trasladan a la opinión pública que luego, no sin razones aparentes, se vuelve contra los agentes de la policía local y contra el propio ayuntamiento por ser consentidores de tales desmanes. La norma debe de ser aplicada con rigor. También a los ediles y allegados, que de eso también existe.

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