Uno de cada dos asturianos en edad de trabajar -con más de 16 años- se encontraba inactivo en 2008, la tasa más alta de España, a pesar de que durante el pasado ejercicio la población sin actividad se redujo en 20.500 personas, un 4,4 por ciento, debido fundamentalmente a la incorporación de mujeres al mercado laboral.
Estos datos figuran en el informe sobre el mercado laboral de Asturias en 2008 elaborado por el sindicato Comisiones Obreras (CC OO), que constata que el pasado año había en la región 443.100 personas inactivas, el 47,32 por ciento de la población en edad de trabajar.
En la categoría de población inactiva se incluye a aquellas personas que no ejercen un empleo remunerado ni lo buscan activamente, como estudiantes, jubilados, prejubilados, personas dedicadas en exclusiva a las tareas domésticas o pensionistas.
Para el secretario de empleo de CC OO de Asturias, Miguel Iglesias Ballina, este dato se debe al débil crecimiento de la economía del Principado en las tres últimas décadas, el más bajo del país, que ha generado un mercado laboral «muy poco dinámico» que ofrece escasas expectativas de empleo, a pesar de haber mejorado a partir del año 2004.
El hecho diferencial de la población inactiva asturiana respecto a la del resto del país es la mayor presencia de jóvenes, que prolongan su etapa formativa por las mayores dificultades para acceder al mercado laboral, y de hombres de 45 a 54 años prejubilados en las sucesivas reconversiones industriales. A estas circunstancias se añade la fuerte incidencia del envejecimiento poblacional en Asturias.
A pesar de que la estadística asturiana supera la media nacional, durante el pasado año la población inactiva se en redujo un 4,4 por ciento, concentrada fundamentalmente en las mujeres y en personas dedicadas anteriormente en exclusiva a las tareas domésticas. No obstante, el volumen de mujeres que todavía no participan en el mercado laboral del Principado sigue siendo relativamente elevado, de forma que unas 65.800 asturianas con edades comprendidas entre los 25 y los 54 años no tienen empleo ni lo buscan.
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