lunes, 14 de septiembre de 2009

Sencillamente, patético lo de PP asturiano






La junta directiva del Partido Popular de Oviedo, presidida por el alcalde, Gabino de Lorenzo, decidió ayer dar un paso adelante y posicionarse sobre una hipotética negociación para buscar un acuerdo con el PSOE sobre los Presupuestos regionales. Para ello, la dirección de los populares ovetenses pide al presidente del partido en Asturias, Ovidio Sánchez, que se siente a discutir las cuentas con los socialistas.
El PSOE había hecho un llamamiento público al PP para que se sumara con sus propuestas a la negociación presupuestaria que ya mantienen entre bambalinas los socialistas con su socio de gobierno IU. Aunque las posturas de ambas formaciones están bastante alejadas, esa puerta no se ha cerrado definitivamente.La dirección de los populares en Oviedo cree que hay que abrirla, eso sí, con cuidado para no pillarse los dedos.
«Es necesario que el PP regional responda al planteamiento del PSOE en el sentido de negociar los próximos Presupuestos regionales», dicen desde el PP ovetense para añadir: «La respuesta debe ser positiva puesto que es una oportunidad para poner sobre la mesa los planteamientos políticos del PP y de buena parte de la sociedad asturiana». (LNE)

Sencillamente patético. En esta junta local se sientan muchos de los que han dado la orden de no pactar presupuestos en ningún ayuntamiento. Y desde luego la dirección regional sigue estando conformada por los mismos estómagos agradecidos que bailan según les tocan. ¡¡Claro que el Partido Popular tiene la obligación de intentar negociar unas cuentas para Asturias!!, pero también para muchos ayuntamientos que han visto como con la postura inmoral e injusta impuesta desde Oviedo han tenido que acudir a una prórroga presupuestaria.
Del caso de la junta local de Mieres, mejor no hablar. ¿Cómo se atreven tan siquiera a plantear una posible negociación con los socialistas sin poner su dimisión sobre la mesa?. Lo dicho, patético el espectáculo que el PP está dando por la falta de vocación y valentía política de unos dirigentes que están acabando con una formación política por mantener su pesebre opositor.

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